Un nuevo comienzo

Los ludditas aún nos hacen preguntas: ¿Hay límites? ¿Es posible oponerse a la introducción de maquinaria o de procesos laborales cuando estos son dañinos para la comunidad? ¿Importan las consecuencias sociales de la violencia técnica? ¿Existe un espacio de audición para las opiniones comunitarias? ¿Se pueden discutir las nuevas tecnologías de la “globalización” sobre supuestos morales y no solamente sobre consideraciones estadísticas y planificadoras? ¿La novedad y la velocidad operacional son valores?

Los destructores de maquinas - Christian Ferrer

Hace años, cuando cursaba Tecnología y Sociedad en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, escuché hablar por primera vez de la rebelión luddita. Seguramente habrá sido gracias a Christian Ferrer, profesor anarquista. La inteligencia artificial generativa volvió a traer a los ludditas a la actualidad. Quizás por primera vez después de muchos años dejaron de ser relegados como una resistencia al progreso ^[1], y se los vuelve a ver como una forma de cuestionar cómo las clases dominantes imponen las tecnologías.

Fuera de la Europa de la revolución industrial, otras culturas han sabido relacionarse comunitariamente con la tecnología. Como escribe Paola Ricaurte en "Descolonizar y despatriarcalizar las tecnologías" ^[2]:

Las culturas milenarias de Abya Yala desarrollaron ciencia,
tecnología y lenguajes que respondían a su visión del mundo
y generaron el tipo de instituciones, herramientas, técnicas e
infraestructuras necesarias para que los ritmos humanos de la
siembra, la cosecha y la creación, es decir, de la vida, se encon-
traran perfectamente acoplados con los ritmos de la naturaleza.

¿Estamos a tiempo de discutir el desarrollo tecnológico de este capitalismo?¿Cómo se puede resistir a las grandes tecnológicas, sus capitales de riesgo e ideas sobre la sociedad?

Espero que este boletín/newsletter sirva para pensar qué otra tecnología podemos construir. Cada 15 días haré un resumen de las notas y artículos que haya leído, algo que nos permita imaginar otra tecnología posible, una que esté más de acuerdo con el mundo en el que quiero vivir.